GRAND MARNIER historia & legado
EL ENCANTO DE SER ÚNICO.DESDE EL PRINCIPIO.
Louis-Alexandre Marnier Lapostolle tuvo la audaz idea de crear algo vanguardista, una mezcla sofisticada y única. Un licor que cautivaría al mundo durante más de seis generaciones.
Descubre la historia de Grand Marnier.
LA FUNDACIÓN
La historia de Grand Marnier comienza hace casi dos siglos, cuando Jean Baptiste Lapostolle construyó una destilería de finos licores de fruta en Neauphle-le-Château, una pequeña ciudad en las afueras de París. Rápidamente, su destilería original ganó una excelente reputación.
LA ALIANZA
La historia de Grand Marnier comienza hace casi dos siglos, cuando Julia Baptiste, nieta de Jean Baptiste Lapostolle, se casa con Louis-Alexandre Marnier. La familia Marnier era comerciante de vinos y distribuía los productos de Lapostolle. Con la unión de Julia y Louis-Alexandre, que viven su historia de amor a pocos kilómetros al este de París, nace la “Maison Marnier”. Rápidamente, su destilería original ganó una excelente reputación.
“GRAND MARRIAGE”
Louis-Alexandre Marnier Lapostolle tuvo la audaz idea de combinar el cognac con una rara variedad de naranjas del Caribe. La idea de mezclarlos era simplemente vanguardista. Este fue el comienzo del licor de naranja y cognac Grand Marnier, cuya receta ha permanecido inalterada desde entonces.
EL NOMBRE
Cuando Louis-Alexandre creó su receta, la llamó Curaçao Marnier. César Ritz, su fiel amigo y famoso fundador del Hotel Ritz, le sugirió un nuevo nombre. En aquella época, la moda en París era que todo fuera “petit”. Así que se le ocurrió el nombre “Grand Marnier”: “¡Un gran nombre para un gran licor!”
UN ICONO ÚNICO
Louis-Alexandre registró una nueva e icónica forma de botella, inspirada en la silueta de un alambique tradicional de cognac y diseñada por los expertos de Baccarat, el mejor fabricante de cristalería de Francia. Pero también adoptó el sello de cera y la cinta, primero en color amarillo y luego en el emblemático rojo. Estos elementos se convirtieron en la firma de Cordon Rouge, que todavía se utiliza hoy en día. El toque francés también está en la apariencia.
LA BELLE EPOQUE
A finales del siglo XIX, París era el corazón de lo que se llamó “la Belle Epoque”: en tres décadas se construyeron la Torre Eiffel, el Metro y la Ópera. Y tuvo lugar la primera proyección pública de una película. Durante estos grandes tiempos, Grand Marnier se convirtió, con su mezcla única, en un protagonista absoluto.
LAS EDICIONES ESPECIALES
Para conmemorar el 100º aniversario de la Casa Marnier-Lapostolle, en 1927 se creó una cuvée especial en cantidades muy limitadas: Grand Marnier Cuvée du Centenaire, compuesta excepcionalmente por Cognacs extra viejos de los mejores cru. Para la ocasión, algunos de los artistas más renombrados crearon diseños originales para la famosa botella. Estas fueron las primeras Botellas de Edición Limitada.

SIGLO XX LA EVOLUCIÓN DE LOS CÓCTELES
En 1969, Joe Gilmore, el famoso barman principal del American Bar del Hotel Savoy, en Londres, creó el cóctel Moonwalk con Grand Marnier para celebrar los primeros pasos en la luna. Ese fue solo el principio. En 1970, la compañía comenzó a exportar de manera masiva, sobre todo a los Estados Unidos: el Grand Margarita obtuvo un éxito rotundo en los años 80. Una nueva era para los cócteles había comenzado definitivamente.